El Mindfulness mejora nuestro bienestar personal, nuestra calidad en el trabajo y nuestras relaciones con el mundo, con los demás y con nosotros mismos. Mindfulness es la actitud de estar presente momento a momento. Con la práctica de Mindfulness podemos desarrollar bienestar interior.

El Mindfulness mejora nuestro bienestar personal

La práctica de Mindfulness y sus beneficios en el bienestar personal. Nuestro bienestar personal está influido muchas veces por la tendencia de nuestra mente a dar vueltas a cosas negativas. A esto se le llama rumiación o pensamiento negativo repetitivo y nos genera gran malestar. La rumiación y la preocupación favorecen cuadros de depresión y ansiedad. El entrenamiento en Mindfulness o Conciencia Plena enseña a la mente a permanecer en el momento presente, sin juzgar ni dejarse arrastrar por las emociones negativas asociadas al pasado o al futuro. De esta manera fomenta una actitud de apertura y ‘no juicio’ que facilita la aceptación del componente negativo de algunas experiencias sin la necesidad urgente de querer cambiarlas.

El Mindfulness mejora la calidad en el trabajo

La práctica de Mindfulness y sus beneficios en la calidad del trabajo. Cada vez es mayor el interés que existe en reducir el estrés profesional debido a las graves consecuencia en la salud de los trabajadores y los costes económicos que acarrea. El Mindfulness está siendo utilizado para reducir el estrés en diversos ámbitos, como el educativo, el empresarial, y de manera especial en el socio-sanitario.

En un estudio con médicos de atención primaria se observó como el Mindfulness mejora la gestión de las emociones. En este estudio se observó como un programa psicoeducativo de 8 semanas (Reducción de Estrés basado en Mindfulness o Mindfulness-based Stress Reduction o MBSR) reducía el malestar en un 35%, así como reducciones del 30% en rumiación y del 20% en afectividad negativa: ansiedad, depresión y hostilidad, emociones negativas asociadas con su trabajo, además de mejorar la actividad y disminuir la fatiga,

Todos deseamos, tener más actividad y estar menos cansados. Y esto lo conseguimos con la práctica del Mindfulness al disminuir la cantidad de energía que estamos dedicando a gestionar la alteración emocional (ansiedad, ira o estrés).

El Mindfulness mejora nuestras relaciones

La práctica de Mindfulness y sus beneficios en las relaciones con los demás. Como explica Andrés Martín-Asuero del Instituto esmindfulness, en nuestro mapa de sentimientos encontramos un aspecto que tiene que ver con el grado de energía que tenemos en un momento dado y otro aspecto que tiene que ver con que el momento sea agradable o desagradable. Por ejemplo, tenemos un momento de relajación cuando nos encontramos con poca energía y lo sentimos como agradable. Tenemos un momento de excitación cuando hay energía y es agradable. Cuando hay energía y es desagradable puede ser un momento de ansiedad, frustración o enfado. Y cuando tenemos un momento de poca energía desagradable lo llamamos aburrimiento. Dentro de este mapa hay una zona óptima que cada uno debe saber identificarla. «Es aquella zona donde tomamos las mejores decisiones, donde escuchamos mejor a nuestros hijos, donde tenemos mejor relación con la pareja, donde podemos funcionar en un equipo, donde se despliega la mejor versión de uno mismo. En algún momento hemos estado ahí. No demasiado excitado no demasiado relajado, no demasiado aburrido no demasiado ansioso o irritado«.

Entonces, la clave es primero, darse cuenta cómo estamos internamente, y después tener los recursos para poder recuperar la zona, cuando hay situaciones en la vida que nos sacan de ella. Y un gran recurso es la práctica de Mindfulness.

Mindfulness o la actitud de estar presente

Mindfulness es una actitud que, aunque puede parecer sencilla de desarrollar requiere de un entrenamiento en tres habilidades:

La intención: la mente humana tiene la tendencia a dispersarse, a ir de una idea a otra fácilmente. De manera que, debemos tener clara la intención de prestar atención al momento presente. Cultivando una intención de ‘estar más presente’, de estar más conectados con lo que ocurre momento a momento. No dejándonos ir demasiado hacia cuestiones del pasado o del futuro. 

La amabilidad: es una forma de relacionarse con la vida, con las personas que nos rodean y con uno mismo. En muchas ocasiones nos vemos luchando con la realidad que tenemos creyendo que podemos cambiarla, cuando en realidad las cosas que ocurren ya están ocurriendo. Cuando en lugar de luchar con lo que ocurre, nos abrimos a lo que ocurre, establecemos una relación diferente con la realidad, que nos permite cambiar las cosas del futuro.

La experiencia: aprender a conectar más con la experiencia, la experiencia en el cuerpo y la experiencia de estar presente, y no tanto con las ideas en torno a la experiencia. Muchas veces la mente está ocupada en cuestiones del pasado o del futuro y el cuerpo funciona en piloto automático. Lo que nos ayuda a estar presente y reducir ese piloto automático es recordar el cuerpo y sentir el cuerpo. Y eso se facilita mucho con la práctica.

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