Se ha demostrado que habituarse a un factor estresante crónico hace que nos volvamos más sensibles a cualquier otro factor de estrés o amenaza que aparezca, lo que hace que nos enfademos y perdamos los los nervios a menudo.
Seguir leyendoSe ha demostrado que habituarse a un factor estresante crónico hace que nos volvamos más sensibles a cualquier otro factor de estrés o amenaza que aparezca, lo que hace que nos enfademos y perdamos los los nervios a menudo.
Seguir leyendo