¿Por qué me enfado y pierdo los nervios a menudo? Muchas veces la razón es que llevas tiempo ante una situación, un factor estresante, que al mantenerse en el tiempo hace que te habitúes a él. Se ha demostrado que habituarse a un factor estresante crónico hace que nos volvamos más sensibles a cualquier otro factor de estrés o amenaza que aparezca.
Por ejemplo, puedes estar pasando por un proceso de divorcio difícil. De tal manera que cada día tienes una respuesta de estrés ante esta situación. Logras sobreponerte, pero de repente sucede algo en el trabajo, alguien te dice algo que no es tan grave y tú explotas.
Por esta razón, cuando nos enojamos con facilidad puede ser indicativo de la existencia de estrés crónico. Podemos estar intentando afrontar un factor estresante y esto nos ha vuelto excesivamente reactivos al resto de factores estresantes.
¿Estresada yo?
Durante una larga época estuve soportando una situación laboral de mucho estrés. Tenía mucha carga de trabajo, mucha presión por parte de los jefes y el trabajo, del que al principio disfrutaba, se había convertido en una verdadera pesadilla.
Los domingos, en lugar de descansar, mi cuerpo y mi mente se ponían en guardia para afrontar la semana. Dormía mal y llegaba más cansada. De manera que tomaba café para mantenerme activa y esto me ponía más nerviosa, lo cual me llevaba a una mayor dificultad para conciliar el sueño.
Además, como no dormía ocupaba ese tiempo ‘enredando’ en mi cabeza. Todos eran futuros escenarios catastróficos, las amenazas aumentaban de manera exponencial en mi mente, con lo cual me era más difícil conciliar el sueño, convirtiéndose en un círculo vicioso. Como resultado de esto al día siguiente estaba más cansada, irritable, llegaba a casa de malhumor, y saltaba por cualquier cosa.
En casa las relaciones comenzaron a deteriorarse y eso me hacía sentir peor. Me pregunté: ¿por qué me enfado y pierdo los nervios a menudo? Pararme e identificar el factor estresante, lo que me estaba pasando con el trabajo, fue el primer paso para poder gestionar el estrés en mi vida y no ser esclava de él.